La icónica cantante, actriz y compositora británica Marianne Faithfull, conocida por su profunda conexión con los Rolling Stones y su turbulenta vida personal, ha fallecido a los 78 años en Londres, según un comunicado emitido el 30 de enero de 2025. Su legado como musa de los Rolling Stones, su lucha contra las adicciones y su exitosa carrera musical dejan una huella imborrable en la historia de la música y la cultura popular.
Faithfull nació el 29 de diciembre de 1946 en Hampstead, Londres. Hija de una bailarina aristócrata austrohúngara y un oficial de espionaje británico, creció en un entorno peculiar que marcó su carácter. A los 17 años, se mudó a Londres para adentrarse en el mundo de la música, y su oportunidad de brillar llegó en 1964, cuando conoció al mánager de los Rolling Stones, Andrew Oldham, quien la lanzó al estrellato con su sencillo debut "As Tears Go By". Escrita por Mick Jagger y Keith Richards, la balada se convirtió en un éxito inmediato, posicionándose en el top 10 de las listas de éxitos del Reino Unido.
A lo largo de su carrera, Faithfull fue más que una cantante. Fue una figura fundamental en la historia de los Rolling Stones, inspirando algunas de sus canciones más emblemáticas, como "Let's Spend the Night Together" y "Wild Horses". Además, su colaboración con la banda fue aún más allá, co escribiendo la letra de "Sister Morphine", incluida en el aclamado álbum Sticky Fingers de 1971. Esta relación artística y personal con Jagger consolidó su lugar como la "musa" de la banda, un título que ella misma reconoció en entrevistas, destacando que a pesar de ser consciente de ser utilizada como inspiración para canciones sobre las drogas, veía todo esto como parte de un proceso creativo importante.
Sin embargo, la vida de Faithfull estuvo marcada por las sombras de las drogas y las dificultades emocionales. A finales de los años 60, cuando su carrera estaba en su apogeo, su adicción a las drogas la llevó a momentos oscuros, incluyendo una detención por posesión de sustancias en una redada junto a los Rolling Stones, durante la cual se decía que Faithfull estaba envuelta en una alfombra de piel, un incidente que rápidamente se convirtió en parte de la leyenda urbana.
Los años 70 fueron particularmente difíciles para la cantante, quien atravesó una serie de tragedias personales, incluida la ruptura con Jagger y la pérdida de la custodia de su hijo, lo que la llevó a un intento de suicidio con sobredosis. Durante esta época, Faithfull vagó por las calles de Londres y Nueva York, luchando con su dependencia y buscando ayuda en clínicas de desintoxicación.
A pesar de estos momentos oscuros, Marianne Faithfull logró un resurgimiento profesional en los años 80 con el lanzamiento de Broken English (1979), un álbum que marcó su regreso a la música con un contenido político y personal que fue muy bien recibido, ganándose una nominación al Premio Grammy. Su carrera continuó con una impresionante producción de 21 álbumes de estudio, explorando géneros tan variados como el rock, el jazz, el blues y el cabaret.
Además de su carrera musical, Faithfull también tuvo un renacimiento en el cine y el teatro, destacándo en papeles que le valieron elogios, como su actuación en Irina Palm (2007), por la que recibió una nominación al Premio Europeo de Cine como mejor actriz.
En los últimos años de su vida, Faithfull enfrentó varios desafíos de salud. En 2006, fue diagnosticada con cáncer de mama y se sometió a cirugía. Un año después, reveló que padecía hepatitis desde hacía más de una década, y en 2020 contrajo el Covid-19, lo que la mantuvo hospitalizada. Desde 2022, Faithfull vivió en una residencia para ancianos, donde pasó sus últimos días.
La muerte de Marianne Faithfull marca el fin de una era para aquellos que la vieron como una figura clave en la contracultura de los años 60 y 70, pero también como una sobreviviente que logró reinventarse a lo largo de su vida, a pesar de las dificultades. Su legado perdurará no solo como musa de los Rolling Stones, sino como una artista que, a lo largo de sus años de carrera, dejó una huella profunda tanto en la música como en la cultura.
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