Tormentas en el sureste de EE.UU. dejan al menos 9 muertos y graves daños materiales

Un potente fenómeno meteorológico ha azotado el sureste de Estados Unidos en las últimas horas, dejando una estela de destrucción que ha cobrado al menos nueve vidas. La mayoría de las víctimas se encuentran en Kentucky, donde ocho personas perdieron la vida, incluyendo una mujer y un niño arrastrados por las aguas de las inundaciones. En Georgia, una persona falleció cuando un árbol cayó sobre su vivienda en Atlanta. Las autoridades han advertido que el balance de víctimas podría seguir aumentando, dada la magnitud del desastre y las condiciones meteorológicas extremas.

Inundaciones y vientos huracanados

Según el Servicio Meteorológico Nacional (NWS, por sus siglas en inglés), varias zonas de Kentucky y Tennessee registraron precipitaciones de hasta 15 centímetros, lo que provocó inundaciones repentinas y el desbordamiento de ríos. En Kentucky, el agua inundó calles y viviendas, dejando vehículos sumergidos y edificios gravemente dañados. Mientras tanto, en Virginia, deslizamientos de tierra bloquearon carreteras, complicando aún más la situación.

El gobernador de Kentucky, Andy Beshear, en una rueda de prensa, expresó su preocupación por la gravedad de la situación y afirmó que el número de víctimas podría incrementarse a medida que los equipos de rescate acceden a las zonas más afectadas. "Este es un evento devastador para muchas familias. Estamos haciendo todo lo posible para brindar asistencia", dijo Beshear.

Impacto en la infraestructura y servicios públicos

El impacto de la tormenta ha sido significativo no sólo en términos de víctimas humanas, sino también en la infraestructura. Miles de hogares y negocios en Kentucky, Tennessee, Alabama y otras áreas se han quedado sin electricidad debido a los daños provocados por los vientos huracanados y las fuertes lluvias. Las autoridades han informado sobre numerosas carreteras intransitables y daños en edificios comerciales y residenciales.

En Alabama, se reportaron vientos extremadamente fuertes, acompañados de un tornado que tocó tierra en el condado de Hale. Este fenómeno meteorológico ha empeorado las condiciones en la región, aumentando el nivel de destrucción. En Virginia, además de los deslizamientos de tierra, los residentes enfrentan la amenaza de más lluvias y posibles inundaciones en las próximas horas.

Alertas de inundaciones y estado de emergencia

Las autoridades de varios estados han emitido alertas por inundaciones en las zonas afectadas, incluyendo Kentucky, Tennessee, Virginia y Arkansas. Además, el estado de emergencia ha sido declarado en 13 condados del sur de Virginia Occidental, donde las inundaciones han aislado algunas áreas y dificultado las labores de rescate. Los equipos de emergencia están trabajando contra reloj para acceder a las zonas más comprometidas, pero las condiciones adversas están retrasando los esfuerzos.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha aprobado una declaración de desastre para Tennessee, lo que permite a las autoridades estatales recibir ayuda federal para enfrentar los efectos de la tormenta. Esta medida busca agilizar la distribución de recursos y asistencia en la recuperación de los daños causados por el fenómeno meteorológico.

Recuperación y esfuerzos de rescate

A pesar de los esfuerzos por controlar la situación, las autoridades advierten que la recuperación será un proceso largo y desafiante. La magnitud de las inundaciones y el daño a la infraestructura presentan obstáculos significativos para los equipos de rescate y los servicios de emergencia. Las comunidades afectadas por la tormenta deberán lidiar con la reconstrucción de viviendas, la limpieza de escombros y el restablecimiento de servicios básicos, mientras siguen atentos a la posibilidad de nuevas tormentas.

A medida que las lluvias continúan, las autoridades instan a los residentes a mantenerse alertas y a seguir las indicaciones de seguridad. El clima extremo también podría seguir afectando a otras áreas del sureste en los próximos días, lo que genera una creciente preocupación por el bienestar de la población en las regiones afectadas.

Este trágico episodio pone de relieve la vulnerabilidad de las comunidades del sureste de Estados Unidos frente a fenómenos meteorológicos extremos. Con el paso de las horas, las autoridades continúan evaluando la magnitud de los daños y movilizando recursos para la recuperación. La solidaridad de los ciudadanos y el apoyo federal serán cruciales en los esfuerzos por superar este desastre natural, que ha dejado una marca imborrable en la región.




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 Por: Keira Gabriela Rodríguez
– Editora de noticias en El Nuevo Extra. Apasionada por el periodismo responsable y comprometida con llevar la información más relevante y actual a nuestra audiencia.

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